La OCHA, como es conocido el organismo, señaló que 1,8 millones de personas han sido afectadas por la subida de las aguas que comenzó en octubre del año pasado y alcanzó a la mayor parte del país, con nueve de sus 12 departamentos anegados.
El Gobierno declaró el estado de emergencia el 29 de diciembre y anunció que más de 350 mil personas necesitan ayuda urgente para salvar sus vidas, además de alertar sobre los riesgos epidemiológicos.
Aunque el nivel del agua empezó a bajar en el norte, el acceso sigue siendo difícil, apuntó el organismo y añadió que a muchos pueblos solo es posible llegar en canoa o barco.
Otros perjuicios se registran en el sector sanitario, pues casi 250 mil personas no pueden acceder a la atención primaria de salud, mientras unos 27 mil niños están impedidos de asistir a la escuela.
“Nuestros colegas humanitarios también advierten que las inundaciones podrían tener consecuencias a medio y largo plazo, debido al impacto en los medios de subsistencia”, indicó el reporte de la OCHA.
Al respecto precisó que las evaluaciones iniciales estiman alrededor de dos mil 300 hectáreas de tierras cultivadas anegadas, lo que se une a la destrucción de aparejos de pesca, la pérdida de ganado menor y otros medios de producción de alimentos.
El Gobierno de la RDC, con el apoyo de los organismos de la ONU, despliega una respuesta humanitaria que necesita urgentemente ayuda financiera, agregó.
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