En ese documento, publicado en la página oficial de la institución financiera, se presenta un pronóstico, desarrollado como parte del ejercicio coordinado del Eurosistema, según el cual para los años 2025 y 2026 el aumento del PIB alcanzará 1,1 puntos porcentuales.
El análisis apunta que el crecimiento en Italia fue casi nulo a finales de 2023, frenado por el endurecimiento de las condiciones crediticias, así como por los precios de la energía, aún elevados.
La actividad volvió a caer en la manufactura, mientras se estabilizó en los servicios y aumentó en la construcción, que siguió beneficiándose de incentivos fiscales, precisaron los expertos El empleo siguió creciendo en esa última etapa del pasado año y la dinámica salarial se mantuvo sólida, a la vez que la caída de la inflación se hizo más pronunciada y se extendió a los bienes y servicios industriales no energéticos.
En diciembre último el crecimiento de los precios al consumo se situó en el 0,5 por ciento, y en los años venideros la inflación caerá gradualmente, del 1,9 por ciento en 2024 al 1,7 por ciento en 2026.
Fabio Panetta, gobernador del Banco de Italia, aseveró en declaraciones divulgadas en el sitio digital de la publicación especializada Milano Finanza, que “el crecimiento de Italia está disminuyendo, aunque por encima de la media europea, mientras la inflación está actualmente bajo control”.
“Estamos en una fase de desaceleración cíclica, el último trimestre crecimos tan lentamente como Europa, de hecho Italia consiguió algunas décimas de crecimiento, aunque a nivel europeo el crecimiento fue negativo”, expresó el gobernador, quien consideró que “hay un impulso del consumo y esto es positivo, gracias a la estabilidad del empleo”.
Panetta aseguró que para los bancos italianos las cosas van bien, y hay rentabilidad, y añadió que la liquidez “hoy es abundante, pero ahora el Banco Central Europeo (BCE) la está restringiendo y esto tendrá un efecto en el conjunto”.
“Creo que vamos en la dirección correcta. Veremos si los datos confirman esta tendencia hacia la desinflación en las próximas semanas”, agregó.
El gobernador del Banco de Italia se refirió a los negativos efectos que podrían acarrear las actuales crisis geopolíticas pues “lo que está sucediendo en Medio Oriente y esta aparición de tensiones que no permiten el transporte de bienes y mercancías puede tener repercusiones más amplias en el costo de las materias primas”.
Esa situación “podría poner en riesgo el proceso de desinflación», aseveró Panetta, y apreció que aunque “por el momento no vemos un impacto particularmente significativo”, este “no se puede descartar”, dado lo imprevisible de los acontecimientos.
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