La actividad económica estaría impulsada por un aumento en la demanda interna, lo cual incluye el consumo privado y la inversión, junto con una recuperación moderada en las solicitudes externas, precisó la entidad financiera.
El primero –subrayó- representa alrededor del 90 por ciento del PIB y estaría respaldado por el crecimiento de las remuneraciones de los hogares y de las remesas familiares.
“Por su parte, la inversión se elevaría ante el dinamismo de la importación de bienes de capital y de construcción, principalmente, de edificaciones para uso residencial”, explicó Banguat.
Los datos expuestos indicaron que las exportaciones de bienes y servicios podrían experimentar una subida del 4,2 por ciento, impulsadas por la demanda de productos locales por parte de los principales socios comerciales del país.
En el caso de las importaciones registrarían un aumento del cuatro por ciento, motivadas por el incremento en la demanda de bienes destinados al consumo final e intermedio, así como a la inversión.
Las proyecciones apuntan a que todos los sectores productivos marcarían un comportamiento positivo en 2024, en total significarían alrededor del 70 por ciento de la tasa de crecimiento estimada para este año.
Las cinco actividades con mayor contribución al PIB serían: comercio y reparación de vehículos; industrias manufactureras; actividades financieras y de seguros; actividades inmobiliarias y agricultura, ganadería, silvicultura y pesca.
Diferentes entes internacionales y las principales empresas calificadoras de riesgo soberano situaron el alza del PIB de esta nación centroamericana en alrededor de 3,4 por ciento para 2024, aseveró el presidente del Banguat, Álvaro González.
Las remesas continúan como la locomotora de la economía en la tierra del quetzal, al superar las exportaciones dominantes en el comercio exterior como vestuario, café y banano.
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