Y como detalló hoy a Prensa Latina Ana Callejo, del departamento de Comunicación de la Casa de América madrileña, el 19 de julio en la instalación se proyectará una copia digitalizada de la película Vampiros en La Habana (1985).
Antes, el viernes 16 de julio en el anfiteatro Gabriela Mistral, tendrá lugar la presentación del libro de Padrón Mi vida en Cuba, que resume las memorias de una de las figuras más notables de la historieta hispanoamericana.
La obra, editada por Reservoir Books, ya se difundió en San Cristóbal de Tenerife, en la cuarta edición de los Premios Quirino de la Animación Iberoamericana, donde se hizo un tributo póstumo al creador del mítico personaje de Elpidio Valdés.
Su hija Silvia Padrón, que ya estuvo a finales de mayo en el festival Quirino, ha sido invitada al encuentro al que asistirán también el diseñador multidisciplinario Javier Mariscal y el periodista Mauricio Vicent, autor del prólogo del libro.
Fallecido hace poco más de un año, Padrón dejó un legado singular en frases que forman parte del acervo popular en la isla caribeña, tanto del intrépido luchador mambí contra el colonialismo español, como de las ocurrencias en torno a los vampiros.
En reciente diálogo con Prensa Latina, Silvia Padrón destacó que uno de los sueños de su padre era que en el Centro La Manigua en La Habana, los niños fueran a hacer dibujos animados, historietas.
Para nosotros es muy importante que la obra de mi padre no termine con su desaparición física. Ha sido tan significativa para la cultura cubana que no podíamos dejarla en el silencio, reflexionó.
La Casa de América, en una nota, encomió la trayectoria de Padrón y señaló que Vampiros en La Habana es reconocida como una de las obras más relevantes del género y una de las pocas que se encuentra en la colección del MoMa de Nueva York.
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