Según un comunicado oficial divulgado en la prensa, el Gobierno mantiene tolerancia cero contra la delincuencia y aplica estrategias para reducir, detectar, prevenir con mayor efectividad y castigar cualquier acto violento.
La nota mencionó planes de las instituciones del orden como aumentar la presencia policial en las calles, dotar a los agentes de más recursos y distribuir cámaras en los sitios públicos.
Según agregó, para las autoridades bahamesas preservar la tranquilidad de los visitantes es de suma importancia y procederá con las medidas necesarias para seguir en la preferencia de millones de vacacionistas extranjeros que apuestan por este destino.
El pronunciamiento oficial responde a una alerta de viaje emitida por Estados Unidos para sus ciudadanos que viajan a Bahamas, a raíz de los crímenes registrados desde comienzos de 2024.
Para el primer ministro, Philip Davis, es lamentable tanto la notificación de Washington como los reportes de los medios norteamericanos al respecto, pues ofrecen un panorama equivocado de este país.
Consideró desafortunado ese tipo de mensajes, porque incluso envían señales erróneos a los propios bahameses.
Aparte de Davis, el viceprimer ministro y titular de la llamada industria sin chimeneas, Chester Cooper, igualmente manifestó desacuerdo con la postura de la Casa Blanca.
Reveló que las misiones en el exterior actualmente contactan a la prensa de los lugares donde tienen representación para despejar cualquier duda sobre la situación de Bahamas.
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