El Ministerio de Minas y Energía, por ejemplo, consideró pertinente advertir sobre los riesgos operativos que se presentan para las redes eléctricas, especialmente para aquellas de distribución regional que hacen parte del Sistema de Transmisión Regional (STR), en zonas rurales con alta densidad de vegetación.
Según apuntó un comunicado del ente ministerial, las elevadas temperaturas acarrean dilataciones en las líneas de distribución eléctrica que, en presencia de fuertes vientos, representan un riesgo significativo de provocar arcos eléctricos, los que, en su interacción las con ramas secas de vegetación, pueden ocasionar incendios forestales.
En este contexto, y con la finalidad de evitar la proliferación de siniestros, la institución hizo un llamado urgente a los alcaldes, gobernadores y operadores de Red de Sistemas de Transmisión Regional y Local, para que adopten medidas preventivas y de gestión de riesgos.
Instó a las autoridades a implementar protocolos de monitoreo constante de las redes eléctricas, así como establecer acciones específicas para la poda de árboles en las áreas de servidumbre de las redes de media tensión, especialmente en las áreas rurales.
Al mismo tiempo, alertó sobre la pertinencia de realizar labores de inspección al material aislante que recubre las redes ecológicas, ya que estas, al presentar riesgos reducidos en presencia de vegetación, son las que menos mantenimiento reciben.
También pidió que se estableciera una coordinación con los organismos de protección civil y bomberos, ante posibles emergencias derivadas de la interacción entre las condiciones climáticas adversas y la infraestructura eléctrica.
De acuerdo con fuentes oficiales, los efectos de la crisis generada por el fenómeno El Niño desencadenaron hasta la fecha 478 incendios forestales en el país mientras se reportan 28 mil 968 hectáreas de vegetación consumidas.
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