Se trata del xileno, un derivado del petróleo, presente en el agua que abastecía a las comunidades de Tibás, Moravia y Goicochea.
Luego de varios días de estudios, los investigadores llegaron a esta conclusión, tras descartar que la mezcla no se encontraba en la planta potabilizadora del Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA).
Desde el pasado día 22, los vecinos de esas localidades denunciaron a esa entidad que el agua olía y sabía a gasolina. Tres días después el Ministerio de Salud confirmó la contaminación.
La entidad sanitaria y personal del AyA hasta este momento desconocían cuál es el químico que contaminaba el agua que llegaba a estos tres cantones y también a un sector del cantón central de San José, al que se extendió el problema.
Tampoco conocían las causas del fenómeno, de ahí que acudieron a científicos de la UCR para dilucidarlas.
Los científicos de la UCR descartaron de inmediato la presencia de gasolina o diésel en el agua que abastecía esas localidades capitalinas y comenzaron los análisis y los muestreos fuera de la zona.
El Ministerio de Salud, tras los análisis preliminares dieron luz verde al uso del líquido solo para aseo personal, aunque las comunidades lo recibían mediante tanques cisterna.
La crisis condujo además a la destitución por parte del Ejecutivo del presidente de AyA.
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