Una nota divulgada por el Instituto Superior de Sanidad (ISS), refiere que en ese período se reportaron además 115 muertes como consecuencia de la enfermedad, un 43,3 por ciento menos en relación con los 203 decesos de los siete días previos.
Por otra parte, el índice de transmisibilidad (Rt) basado en los casos con hospitalización se situó en 0,57, por debajo del umbral epidémico y ligeramente decreciente al del período anterior, cuando llegaba a 0,60, mientras que la incidencia actual es de siete casos por cada 100 mil habitantes, tres menos que los de la etapa precedente.
La ocupación de camas en el área médica llegó al 3,5 por ciento el 31 de enero, con dos mil 169 hospitalizados, una reducción respecto a los 4,3 puntos porcentuales de la semana anterior, y en el área de cuidados intensivos fue del 1,2 por ciento, con 106 pacientes ingresados, menor en 0,2 puntos porcentuales a la del 24 de enero.
El porcentaje de reinfecciones es aproximadamente del 44,0 por ciento y las tasas de hospitalización y mortalidad son más altas en los grupos de mayor edad, en particular en el de personas con más de 90 años.
El director general de Prevención del Ministerio de Salud italiano, Francesco Vaia, comentó en declaraciones a medios informativos que la reducción en las cifras de infecciones y muertes que se aprecia en el último es “el resultado de la inmunidad híbrida, así como de las herramientas terapéuticas y de prevención implementadas”.
“En los últimos meses se ha puesto de manifiesto de forma definitiva y inequívoca que nos enfrentamos a la endemización del virus Sars-Cov-2” causante de la Covid-19, subrayó Vaia.
El virólogo Fabrizio Pregliasco, director médico del Hospital Galeazzi-Sant’Ambrogio, de la norteña ciudad de Milán, consideró que “ahora estamos en una fase descendente de la curva en lo que respecta a la Covid, que está disminuyendo desde hace al menos seis semanas pero que “seguirá entre nosotros”.
“Será como las olas de una piedra en un estanque” manifestó Pregliasco, y vaticinó que en los próximos años se mantendrá la presencia de esta enfermedad, “pero con un impacto numérico cada vez menor y con una estacionalidad de cuatro a seis meses”.
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