De acuerdo con fuentes militares citadas por el diario Al-Watan, se observó una escalada notable en las hostilidades del grupo Estado Islámico, Daesh en árabe, inscrito en la lista del terrorismo internacional, particularmente en las zonas desérticas de las provincias de Raqqa, Homs, Deir Ezzor.
Hemos tomado todas las medidas necesarias para cerrar las brechas y prevenir posibles ataques contra puestos de control y puntos de concentración del ejército, particularmente en los alrededores de la región de Tanef ocupada por las fuerzas estadounidenses y donde se entrenan los irregulares, indicaron las fuentes.
Consideraron que la base Tanef se ha convertido en un centro estadounidense de entrenamiento y operación del Daesh para llevar a cabo actos terroristas contra zonas pobladas en el desierto sirio.
Por otro lado, aviones de reconocimiento sirios y rusos rastrean las 24 horas del día cualquier movimiento terrorista mientras la aviación conjunta está en alerta para intervenir cuando sea necesario.
Oficiales sirios denunciaron una coordinación sobre el terreno entre las fuerzas de ocupación estadounidenses y los terroristas, una prueba de ello es el ataque de los radicales la misma hora de las agresiones contra la localidad de Sukhna en la carretera entre Palmira y Deir Ezzor.
La agresión contra el territorio sirio ha comprobado que la administración estadounidense es el factor que más socava la estabilidad en el este del país, ya que intenta revivir el terrorismo atacando al ejército sirio, puntualizaron.
En horas de la madrugada del sábado último, cazabombarderos del ejército de Estados Unidos atacaron decenas de puntos del ejército sirio y sus aliados, en la provincia de Deir Ezzor, ubicada a 450 kilómetros al nordeste de esta capital, cerca de la frontera con Iraq.
Los ataques, según denunció Damasco, dejaron varios muertos y heridos, y ocasionaron daños materiales en las propiedades públicas y privadas.
Durante los meses de octubre y noviembre del año pasado, aviones de Estados Unidos lanzaron similares incursiones contra posiciones de las Fuerzas Armadas de Siria y sus aliados, en la misma gobernación de Deir Ezzor.
Washington mantiene una quincena de bases en territorio sirio sin el consentimiento del Gobierno de Damasco ni la aprobación de las Naciones Unidas, instalaciones que han sido atacadas con misiles y drones en más de 150 ocasiones durante los últimos tres meses, en respuesta al apoyo estadounidense al genocidio cometido por Israel en Gaza.
Siria denunció repetidamente esta presencia, la que calificó de ocupación, y aseguró que la actuación de los militares estadounidenses en el territorio nacional incentiva la actividad terrorista y apunta a desestabilizar el país y saquear sus riquezas. mem/fm