A juicio de la estadounidense Semiconductor Industry Association (SIA), la comercialización aumentará este año un 13 por ciento en comparación con 2023, debido a una mayor necesidad de componentes eléctricos y electrónicos en una amplia gama de empresas.
Las ventas internacionales del surtido tuvieron un lento comportamiento a principios de 2023, pero se recuperaron con fuerza durante el segundo semestre del año, para sumar un total de aproximadamente 526 mil 800 millones de dólares.
A juicio de la fuente, la merma coyuntural podría considerarse como “una resaca” de la pandemia de la Covid-19, pues durante la crisis sanitaria muchos clientes ordenaron chips en demasía para protegerse ante el posible déficit de los suministros.
Luego, cuando la economía volvió a la normalidad, muchos se vieron atrapados por el exceso de inventarios, redondeó la entidad.
Para 2024 es de esperar que continúe la tendencia comercial al alza, pues “los chips desempeñan un papel más amplio e importante en innumerables productos”, señaló el presidente y director ejecutivo de SIA, John Neuffer, mediante un comunicado.
Además, “las perspectivas a largo plazo para el mercado de semiconductores son extremadamente sólidas”, opinó.
Organismos públicos e inversionistas coinciden en que dichas producciones constituyen un asunto de particular relevancia para diversas ramas, incluida la industria militar, en un escenario en el que crecen de manera exponencial las aplicaciones de la inteligencia artificial.
Por ejemplo, el pasado 4 de enero el Gobierno estadounidense anunció una inversión de 162 millones de dólares para ampliar las fábricas de semiconductores de la firma Microchip Technology en los estados de Colorado y Oregón.
El financiamiento divulgado por la Casa Blanca es el segundo de su tipo al amparo de una ley suscrita en agosto de 2022, que destinó 52 mil millones de dólares a diferentes partidas para revitalizar el sector de los semiconductores en Estados Unidos.
La primera financiación dentro del programa “Semiconductores para EEUU” asignó en diciembre pasado 35 millones de dólares para la firma BAE Systems en su producción de semiconductores para aviones de combate.
Al decir del departamento norteamericano de Comercio, la financiación gubernamental “es sólo una fracción de la inversión privada adicional” que realizan diferentes compañías del país.
Distintas potencias, con rivalidades económicas y geopolíticas, apuestan por el rápido despliegue de sus capacidades para fabricar semiconductores, dentro y fuera de sus territorios, y por asegurar los suministros de materias primas esenciales, entre ellos, los minerales de litio, galio y germanio.
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