En varias localidades del país caribeño se escuchan disparos y ráfagas de armas automáticas, al igual que en la tarde de ayer, y ya fueron reportadas varias personas heridas y una perdió la vida.
El ayuntamiento, el tribunal de paz y la Cruz Roja Haitiana fueron destruidos y luego quemados por los manifestantes en la localidad Juana Méndez, donde la víspera fue atacada una comisaría. Varios vehículos fueron consumidos por las llamas.
Las autoridades haitianas reiteraron hoy la prohibición de portar armas de fuego en las protestas antigubernamentales
Cualquier ciudadano sorprendido con armamento de cualquier calibre en la vía pública durante las marchas será sancionado conforme a la ley.
Lo mismo ocurrirá con quienes opten por la violencia atentando deliberadamente contra la vida y los bienes de los demás.
El Comisario del Gobierno de Puerto Príncipe, Edler Guillaume, recordó que el derecho a protestar está garantizado, pero, recalcó, sin armas de fuego tal como lo prohíbe la Constitución.
Expertos reiteran que Ariel Henry, primer ministro de Haití, debe dejar hoy el poder, y de negarse el país podría convertirse en un caos total.
El 21 de diciembre de 2022 fue firmado un acuerdo en el que se subraya que Henry permanecería 14 meses en su cargo, el cual entregaría el 7 de febrero del año en curso.
Este debía formar un nuevo gobierno, establecer un Consejo Electoral Provisional y asumir la organización de las próximas elecciones.
Ante su silencio sobre el asunto y la ausencia de una actitud que complazca a sus detractores, los opositores comenzaron a promover protestas.
Las revueltas pueden alcanzar hoy su tope, al punto que lo obliguen a dimitir, un empeño en el que vienen trabajando la desunida oposición convocando a manifestaciones que van desde tres hasta cinco días.
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