Mediante una declaración, Rasoul enfatizó en que las agresiones norteamericanas socavan los entendimientos y el diálogo bilaterales e impulsan al gobierno iraquí a poner fin a la misión de las fuerzas externas.
El alto militar denunció el ataque aéreo de anoche en el corazón de un barrio residencial de esta capital «sin tener en cuenta las vidas de los civiles ni las leyes internacionales”.
Al respecto, indicó que tal hostilidad estadounidense pone en peligro la paz civil, viola la soberanía iraquí y hace caso omiso de la seguridad y los ciudadanos.
Sobre este tema, subrayó que “aún más preocupante es que la coalición se desvía constantemente de las razones y objetivos de su presencia en el territorio”.
En esta línea, Rasoul dijo que estas agresiones obligan más que nunca al gobierno iraquí a poner fin a la misión de esta coalición, factor de inestabilidad que amenaza con arrastrar a Iraq en el ciclo del conflicto.
A propósito, renovó los deberes constitucionales y las responsabilidades de las Fuerzas Armadas, que exigen salvaguardar la seguridad de los iraquíes y la nación de todas las amenazas”.
Las palabras de Rasoul ocurrieron tras el asesinato del líder en las Brigadas de Hizbulah-Iraq, Abu Baquer al-Saadi, junto a otras dos personas en un ataque con dron a un automóvil en la zona de Al-Mashtal, en el este de Bagdad.
El Comando Central de Estados Unidos reivindicó la agresión, mientras las fuerzas de seguridad iraquíes anunciaron que un equipo técnico especializado comenzó a investigar el incidente del ataque al automóvil.
Después del atentado los iraquíes acudieron al lugar del bombardeo y corearon consignas contra la administración de Washington y en apoyo a la resistencia.
En este contexto, el secretario General de Asaib Ahl al-Haq, Qais Khazali, subrayó que las continuas agresiones estadounidenses contra vidas iraquíes y la violación de la soberanía del país son evidencia del desprecio de la Casa Blanca por el gobierno y el pueblo nacional.
A propósito, consideró que Estados Unidos no está dispuesto a detener este comportamiento y esta imprudencia, a pesar de las medidas positivas del gobierno y del compromiso de calma de la resistencia.
Las denuncias y condenas ya no son suficientes, Iraq debe presentar una solicitud oficial al Consejo de Seguridad de la ONU y exigir la retirada inmediata de las fuerzas internacionales, agregó.
Por su parte, el movimiento Al-Nujaba puntualizó que estos crímenes no quedarán impunes y “la respuesta vendrá y elegiremos el momento y el lugar adecuados”.
Este es el segundo ataque estadounidense a territorio iraquí en el actual mes, pues la semana pasada el bombardeo a las regiones de Akashat y Al-Qaim provocó la muerte de 16 ciudadanos, además de 25 heridos y pérdidas en edificios residenciales.
Como justificación a ambas infracciones, el Comando Central de Estados Unidos indicó que forman parte de la represalia por la muerte de tres soldados norteamericanos a fines de enero en la base de Al-Tanf, en el triángulo fronterizo sirio-jordano-iraquí.
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