Al intervenir ante la Asamblea Nacional, el mandatario sudafricano destacó como, este 202, al celebrar 30 años de libertad, el país y el Gobierno deben permanecer firmes en el compromiso con la democracia constitucional y su promesa de una vida mejor.
El Presidente dedicó buena parte de su discurso a enumerar los numerosos logros alcanzados por el país (bajo el liderazgo del Congreso Nacional Africano (ANC, partido de Gobierno) durante la últimas tres décadas tanto en el aspecto económico como de la vida social nacional.
En particular, destacó lo avanzado por la actual administración (que concluye este año con elecciones generales en fecha aún por definir). Los últimos cinco años, recapituló, constituyeron un periodo de recuperación, reconstrucción y renovación, en el que se ha tenido que revitalizar la economía después de más de una década de malos resultados en ese sector.
Así, citó, se han tenido que reconstruir las instituciones públicas después de la “era de la captura del Estado”, en referencia a varios años de corrupción que involucró a dirigentes, grandes empresas y estructuras de Gobierno.
También, Ramaphosa recordó como Sudáfrica tuvo que recuperarse de la pandemia mundial de la Covid-19, “que causó gran miseria y penurias, que cerró empresas y costó empleos”.
Al mismo tiempo, rememoró, “hemos tenido que enfrentar y superar una crisis eléctrica debilitante que, a pesar de una mejora significativa en los últimos meses, continúa frenando nuestra economía”.
No obstante, enumeró, como gobierno se ha avanzado mucho en los últimos cinco años, basados en los logros de las últimas tres décadas y tomado medidas decisivas para abordar los desafíos inmediatos que enfrentan los sudafricanos.
De cara al futuro, destacó, “no somos observadores pasivos de nuestra historia (…), somos sus autores, (…) los constructores de este país que llamamos hogar”.
Al mirar hacia los próximos 30 años de libertad, puso de relieve, debemos elegir el tipo de país y, de hecho, el tipo de mundo que queremos crear para nosotros y nuestros hijos.
Y, añadió, si bien el Gobierno ha puesto en marcha un proceso de renovación y reforma, aún queda trabajo por hacer para llevar esas iniciativas hasta el final.
En ese contexto, acotó, se continuará apostando por una economía inclusiva, centrada en el empoderamiento de las mujeres sudafricanas negras, promoviendo los derechos de los trabajadores, intensificando la reforma agraria y buscando una transición energética justa que no deje a nadie atrás.
Simultáneamente, agregó Ramaphosa, no se debe ceder ante quienes buscan dividir la nación, incitar a la violencia y socavar la democracia.
Como en el pasado, como en el futuro, el pueblo de Sudáfrica debe permanecer unido contra cualquier intento de revertir los logros alcanzados durante la democracia, resaltó.
Finalmente, Ramaphosa recordó palabras del Presidente Nelson Mandela (Madiba), cuando proclamó el deber de “seguir avanzando, siempre adelante, hacia el país de nuestros sueños”.
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