Un informe de la organización ecologista Legambiente, divulgado en su sitio oficial, señala que un análisis de los datos recogidos en 2023 en 98 capitales de provincia sobre niveles de partículas finas como PM10 y PM2,5, así como de dióxido de nitrógeno (NO2), mostró que en 18 de las mismas se superaron los límites regulatorios.
A modo de ejemplo, se cita que el exceso de PM10 sobre los valores permitidos se mantuvo en esas urbes durante 35 días, con un promedio diario superior a 50 microgramos por metro cúbico.
Se trata, según el reporte, de datos preocupantes que evidencian cuanto falta para lograr el objetivo mayor de la UE, de contaminación cero en 2050, aunque de hecho se evidencia cierto avance, pues el número de ciudades con altos índices de contaminación atmosférica en 2023 fue menor que las 29 del año previo y las 31 reportadas en 2021.
Andrea Minutolo, director científico de Legambiente, manifestó al dar a conocer los resultados de la pesquisa, que “los datos de 2023 nos dicen que el proceso de reducción de las concentraciones es inexistente o, en cualquier caso, demasiado lento”.
“Hasta la fecha, 35 ciudades italianas tendrán que intensificar sus esfuerzos para reducir sus concentraciones de PM10 de aquí a 2030, con un porcentaje de reducción de entre el 20 y el 37 por ciento, mientras que para las PM2,5 el número de ciudades implicadas se eleva a 51, con una reducción necesaria de entre los 20 y los 57 puntos porcentuales.
Por su parte Giorgio Zampetti, director general de esa organización ambientalista, declaró al respecto que “se necesita de un cambio radical, aplicando medidas estructurales e integradas, capaces de incidir eficazmente en las distintas fuentes de contaminación”.
“Una vez más, el objetivo de tener aire limpio en los centros urbanos italianos sigue siendo un espejismo”, expresó, y consideró que se siguen experimentando “retrasos fuertes e injustificados en la promoción de soluciones transversales”.
En el documento se propone, entre otras acciones “repensar inmediatamente la movilidad urbana, implementando zonas de bajas y cero emisiones”, e “invertir masivamente en transporte público local, en la expansión de las vías para ciclistas y peatones, así como en la electrificación de todos los vehículos”.
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