Collado sostuvo que se trabaja con el objetivo de encontrar una solución a corto, mediano y largo plazo para enfrentar un problema que afecta las costas, no solo en esta nación caribeña.
Al término de una reunión del Gabinete de Lucha contra el Sargazo celebrada este martes, el titular dijo que especialistas de Medio Ambiente y otras instituciones laboran en el diseño de una política a corto plazo para responder a la amenaza que podría representar esta alga marina en playas y costas dominicanas, durante marzo y abril próximos.
Informó asimismo que el Gobierno entregará un millón de dólares a las universidades del país para fortalecer la parte de la investigación en relación al tema.
Explicó que en una próxima reunión que sostendrán de manera pública se comunicará sobre las acciones que serán adoptadas próximamente.
El Gobierno dominicano constituyó a mediados de este año el Gabinete de Lucha Contra el Sargazo, a cargo de la elaboración de propuestas y la coordinación de las políticas públicas para revertir sus efectos.
Ese organismo lo conforman los titulares de Turismo, Medio Ambiente, Economía y Planificación, y representantes de la cartera de la Presidencia y de la Asociación de Hoteles y Turismo, entre otras entidades.
República Dominicana, bañada al sur por el Mar Caribe, no se libra de estas algas provenientes de los océanos, que como una gran manta cubre sus costas y playas, conocidas en el mundo por su belleza.
Autoridades alertan que su existencia afecta a unos 14 países de la región y en el caso particular de Dominicana daña el turismo, una de sus principales actividades económicas, el desenvolvimiento de los puertos y a los pescadores.
Qué hacer ante el arribo de varios millones de toneladas de sargazos a las costas del Caribe se convirtió en 2023 en tema recurrente en escenarios internacionales al más alto nivel, en los que República Dominicana apostó por la adopción de una estrategia regional común, ante los males que genera.
Esta macroalga sirve como hábitat para algunas especies, entre ellas, peces, camarones, cangrejos y tortugas. Incluso algunos países prohíben su recolección debido a su importancia en el ecosistema marino.
Sin embargo, su progresiva acumulación plantea retos pues pueden llegar a sofocar los sitios de anidación de tortugas, corales y pastos marinos.
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