La República Bolivariana es “una nación soberana” que exige se respete su soberanía y la carta fundacional de las Naciones Unidas, expresó el alto diplomático en su cuenta X.
Gil subrayó que la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos instalada en esta capital desde 2019 “incumplió principios fundamentales” en su labor y asumió una “postura parcializada”.
Toda cooperación con la República Bolivariana de Venezuela debe estar dirigida a fortalecer a las instituciones públicas y no para desacreditarlas con la intención de tutelarlas. Venezuela es una nación soberana que exige se respete su soberanía y la carta fundacional de las… pic.twitter.com/0BSwsl2WaO
— Yvan Gil (@yvangil) February 16, 2024
Frente a hechos graves, enfatizó, como el intento de magnicidio y los planes frustrados de barrer la institucionalidad nacional y la paz de los venezolanos.
El Gobierno bolivariano decidió ayer suspender esa Oficina y dio un plazo de 72 horas para que los 13 funcionarios adscritos a la entidad abandonen el país, por su “actitud claramente sesgada y parcializada».
La decisión de suspender las actividades incluye la revisión integral, en los próximos 30 días, de los “términos de cooperación técnica” descritos en la carta de entendimiento firmada en Caracas, indicó un comunicado.
Esta medida se hará efectiva hasta tanto ese personal “rectifiquen públicamente” ante la comunidad internacional su actitud colonialista, abusiva y violadora de la Carta de las Naciones Unidas.
El texto subrayó que la disposición se adoptó debido al “impropio papel” que esta institución desarrolló, que lejos de mostrarla como un ente imparcial, la llevó a convertirse en el “bufete particular de los grupos golpistas y terroristas” que permanentemente se confabulan contra el país.
Remarcó que desde la firma del documento de entendimiento la Oficina del Alto Comisionado mantuvo una postura “claramente sesgada y parcializada”, al generar de manera constante impunidad para las personas involucradas en diversos intentos de magnicidio, golpes de Estado, conspiraciones y otros graves atentados contra la soberanía y la Constitución.
Frente a este impropio actuar, las instituciones venezolanas procedieron con paciencia y por la vía del diálogo, en procura de reconducir el accionar de la Oficina “hacia el respeto a la verdad, la legalidad internacional y las normas” que rigen el tratamiento de los asuntos de Derechos Humanos.
El comunicado finalmente llamó a la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas a retomar el respeto por la legalidad internacional y reiteró su voluntad de seguir cooperando con los mecanismos internacionales de protección a los Derechos Humanos.
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