Según la fuente, la mayoría fueron encontradas de manera fortuita por pobladores de la zona que al encontrar los restos avisaron al equipo arqueológico que desde hace años estudian las prácticas funerarias prehispánicas en el noroeste argentino.
La doctora en Arqueología, Leticia Cortés, especialista en las metodologías de entierro en las poblaciones prehispánicas que habitaron en la zona de Valle del Cajón, explicó que cuando se compara estas prácticas con las actuales quizás parecen extrañas.
‘Conociendo estas costumbres, podemos reconstruir las prácticas culturales del pasado y poner en perspectiva nuestras propias tradiciones, que son parte de una construcción cultural’, precisó Cortés, investigadora en el Instituto de las Culturas.
La búsqueda de este tipo comenzó hace más de 15 años, con un equipo de investigación dependiente del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, dirigido por María Cristina Scattolin y dedicado a tareas de excavación y análisis en la localidad de Valle del Cajón.
Esta práctica de entierros antes de la llegada de los españoles, distaban bastante de lo que hoy se acostumbra sobre la base del modelo judeo-cristiano.
Cortés señaló que este tipo de hallazgo suele ocurrir después de la temporada de lluvias, en verano, que se destapan y los huesos quedan al descubierto.
‘Había una gran variabilidad de modos de enterrar, en tumbas individuales o colectivas, y también en la postura de los cuerpos. Algunos están hiperflexionados, como en cuclillas, con los hombros que tocan las rodillas, otros extendidos y desarticulados y mezclados, explicó la especialista.
Cortés señaló que muchas veces la gente convivía con sus muertos en la cotidianeidad, los enterraban en el mismo patio donde cocinaban, hacían vasijas o tallaban piedras. Es lo interesante de ver las distintas concepciones que se tenía sobre la vida y la muerte, acotó.
Según la arquéologa, continúan trabajando y han encontrado collares y colgantes que estarían asociados a los difuntos, como objetos intransferibles que se entierran junto al cuerpo y permanecen allí.
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