De acuerdo con una nota del Ministerio de Empresas, divulgada en el sitio digital informativo del canal televisivo RAI News, tras fracasar los intentos de mediación con la compañía multinacional del acero ArcelorMittal, que posee el 62,0 por ciento de ADI, el ejecutivo optó por poner esa planta en quiebra, para evitar su colapso.
En tal sentido, en respuesta a una solicitud presentada el 18 de febrero por la agencia nacional Invitalia, que como accionista de ADI es propietaria del 38,0 por ciento del capital de la misma, se designó como nuevo comisario a Giancarlo Quaranta, quien enfrenta una compleja situación en esa empresa, con una deuda de 700 millones de euros.
Tales problemas económicos dificultan actualmente el mantenimiento de la actividad de los altos hornos, así como el pago a los proveedores relacionados, y pone en riesgo el empleo de unos 20 mil trabajadores de esa instalación, con sede en la ciudad de Tarento, ubicada en la sureña región de Apulia, señala la fuente.
Las medidas gubernamentales fueron bien recibidas por sindicatos como la Confederación General Italiana del Trabajo (CGIL), que aprobó “la celeridad del nombramiento del comisario extraordinario para abordar los problemas relacionados con los trabajadores, la producción, la salud y la seguridad y la protección del medio ambiente”.
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