La disposición permite a la compañía atraer nuevo capital en el mercado privado, macerando la participación que tiene el Estado del 61 por ciento.
Entre los impedimentos a la proposición inicial aparecen, entre otros, el descuento para adquisición del uno por ciento de las acciones de la empresa por parte de funcionarios cesados, la prohibición de extinguir subsidiarias y la obligación del gobierno para aprovechar durante un año a los servidores públicos despedidos.
Bolsonaro argumentó que reservar el uno por ciento de acciones con descuento para exempleados ‘podría causar distorsión en el proceso de precios de nuevos papeles accionarios’.
Sobre la obligatoriedad de mantener filiales señaló que ‘limita la gestión de las subsidiarias por la nueva empresa y le retira su flexibilidad’.
Acerca de funcionarios dimitidos, el exmilitar aseguró que tal medida ‘viola el principio del concurso público para convertirse en servidores y aumenta las despensas’.
El 21 de junio la Cámara de Diputados aprobó con 258 votos a favor y 136 en contra el proyecto para la desestatificación de Eletrobras.
Anteriormente, el 17 de junio el Senado aprobó el denominado texto base, que delimita las líneas principales de la iniciativa. La Cámara baja había certificado el 20 de mayo la desnacionalización de la compañía.
Tras la primera votación parlamentaria, que ocurrió durante una encendida sesión, el jefe del bloque de partidos de la oposición, Alessandro Molon, criticó la medida.
‘Es razonable vender la sexta empresa más lucrativa de Brasil, una empresa decisiva para la soberanía energética? ¿Es razonable votar un texto importante como este en 23 horas?’, preguntó Molon, del Partido Socialista Brasileño, de centroizquierda.
La medida fue entregada al Parlamento personalmente por Bolsonaro el 23 de febrero como parte de su ambiciosa agenda económica liberal.
Recientemente el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva alertó sobre esta liberalización que pondría en riegos la soberanía y seguridad energética de Brasil.
En un mensaje en la red social Twitter, el fundador del Partido de los Trabajadores denunció que Bolsonaro venderá Eletrobras a ‘precio de banana’ y es una transgresión más ‘contra el pueblo brasileño y el futuro de nuestro país’.
Lula insistió en que privatizar Eletrobras ‘es entregar en bandeja un patrimonio inestimable’.
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