Al menos ocho personas, entre ellas, el médico arrestado Christian Enmanuel Sanon participaron en la reunión en Santo Domingo donde presuntamente se organizó la operación.
Al encuentro asistieron también el venezolano de la oposición Antonio Emmanuel Intriago Valera, quien dirige la compañía de seguridad CTU Security, señalada como la que contrató a los integrantes del comando armado que ultimó al jefe de Estado.
Además, estuvieron presentes el exsenador John Joël Joseph, presuntamente tesorero de la operación y quien coordinara los encuentros con los ‘mercenarios’, localizara vehículos y pagara los materiales comprados.
Igualmente, James Solages, estadounidense nacido en Haití que declaró trabajar como intérprete y Walter Veintemilla, al frente de la consultora Worldwide Capital Lending Group, empresa que presuntamente financió el magnicidio, de acuerdo con las autoridades.
La red de la operación incluía países como Colombia, Venezuela, Estados Unidos y Haití, aunque aún no se determinó el papel jugado por los guardias de seguridad presidenciales, de los cuales no consta que resultaron heridos durante el ataque.
La Dirección Central de la Policía Judicial entrevistó a 50 personas como parte de las investigaciones, y dictó 24 medidas cautelares contra varios policías y jefes de unidad, mientras cuatro se encuentran en aislamiento.
Por el magnicidio la Policía arrestó a 23 sospechosos, 18 de nacionalidad colombiana, y emitió siete órdenes de detención y cuatro avisos de búsqueda, de acuerdo con el balance más reciente.
Moïse murió baleado por 12 disparos en las primeras horas de la madrugada del 7 de julio. Su habitación y estudio personal fueron saqueados, y los autores llevaron consigo el servidor de la cámara de vigilancia de la residencia presidencial, dinero y otros artículos.
El ministro delegado Mathias Pierre denunció que el mandatario fue torturado para obligarlo a firmar una carta de renuncia.
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