El director de la Policía Nacional (PNH), León Charles, señaló que está abierta una indagación administrativa para esclarecer el accionar de la guardia de seguridad durante los acontecimientos de la madrugada del 7 de julio.
El funcionario puntualizó que, tras la llamada recibida por la PNH, los agentes se movilizaron para detener al comando que ultimó al gobernante e iniciaron una persecución que condujo al arresto de varios presuntos implicados.
También, confirmó que algunos policías de la guardia presidencial se encuentran en aislamiento y la Inspección General de la PNH realizó 27 audiencias.
Asimismo, Charles volvió a desmentir que las investigaciones revelen un vínculo del primer ministro Claude Joseph con los sospechosos, como aseguró un medio colombiano que acusó al titular de ser el autor intelectual del magnicidio.
En este punto de las pesquisas 23 personas, de ellas 18 colombianas se encuentran bajo custodia policial, además de cinco estadounidenses de origen haitiano. Mientras tanto tres individuos murieron en enfrentamientos con la Policía, y seis se dieron a la fuga.
En la arena internacional, el presidente Iván Duque reconoció este jueves que un grupo de los colombianos que integraban el comando armado acusado de perpetrar el magnicidio, ‘sí tenía el conocimiento detallado de cuál era la verdadera intención’, mientras otro número más amplio funcionaron como ‘gancho ciego’.
De igual manera, el Pentágono admitió que entrenó a algunos de los exmilitares arrestados aquí, cuando aún pertenecían al ejército colombiano, aunque no especificó la cifra.
Las autoridades de Haití sostienen que el médico Christian Enmanuel Sanon fue el principal cabecilla de la operación, que contó con la participación del opositor venezolano Antonio Emmanuel Intriago Valera, director de la compañía de seguridad CTU Security, quien reclutó a los mercenarios.
Por su parte, Walter Veintemilla, propietario de la consultora Worldwide Capital Lending Group, presuntamente financió el magnicidio, mientras las coordinaciones en Haití estaban de la mano del exsenador John Joël Joseph, el empresario Rodolphe Jaar, entre otros implicados.
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