Compuesta por 66 deportistas, la delegación de la República islámica espera mejorar la clasificación en la tabla de medallas respecto a la edición de Río-2016.
Pese a las incidencias de la pandemia de la Covid-19 que supuso un aplazamiento por un año, los olímpicos iraníes (56 hombres y 10 mujeres) estarán en liza en 17 disciplinas del festejo bajo los cinco aros.
De las 69 medallas ganadas por la nación de los persas en los juegos cuatrienales, 19 (nueve de oro, cinco de plata y cinco de bronce) obtuvieron los halteristas.
Empero, para la entrante oportunidad, el desafío se pinta más difícil, porque los dos campeones de Rio-2016, Sohrab Moradi y Kianoush Rostami, quedaron fuera por incumplir con las marcas mínimas.
Solo estarán en las palanquetas tokiotas, Ali Hashemi (en 109 kg) y Ali Davoudi (en más de 105 kg), cuyos récords personales están por debajo del primer rango.
De otro lado, el mítico entrenador Mohammad Bana presentará un joven equipo de luchadores de grecorromana con Alireza Nejati (60 kg), Mohammad Reza Geraei (67 kg), Mohammad Ali Geraei (77 kg), Mohammad Hadi Saravi (97 kg) y Amin Mirzazadeh (130 kg).
Bana cobró relevancia internacional desde que encumbró a tres de sus pupilos en la cita de Londres-2012.
‘Los cinco luchadores son prodigios. Se ha hecho un gran esfuerzo para hacerlos crecer desde niveles juveniles y ahora están aquí dando frutos’, afirmó Mohammad Dalirian, exseleccinador nacional.
A menudo descrita como la disciplina uno en Irán, la lucha libre puede traer medallas, al igual que en ediciones anteriores, opina la agencia Mehr.
Con esas aspiraciones, acudieron Reza Atri (-57 kg), Morteza Ghiasi (65 kg), Mostafa Hossein Khani (74 kg), Hassan Yazdani (-86 kg), Mohammad Hossein Mohammadian (97 kg) y Amirhossein Zare (125 kg).
Yazdani concentrará la atención de todos porque va en defensa de su oro de Rio 2016, aunque Mohammadian tal vez le siga los pasos con un palmarés que incluye el primer lugar en el torneo italiano Matteo Pellicone, en el cual venció entre otros al campeón olímpico estadounidense Kyle Snyder.
Otras esperanzas de medalla para la República islámica las sostiene el taekwondo que aspira a poner fin a una sequìa de 13 años sin premios.
Desde que Hadi Saei ganó el oro en Beijing 2008, el equipo iraní no ha logrado otra actuación de relieve, pero ahora irán por él Armin Hadipour (hombres -58 kg), Mirhashem Hosseini (hombres -68 kg) y Nahid Kiani (mujeres -57 kg).
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