Según un estudio de esa entidad de investigación científica y asesoramiento en el campo energético y medioambiente, esa opción supone un beneficio para los consumidores y la economía en conjunto, ya que atrae inversión extranjera y contribuye a más estabilidad y competitividad en el precio de la electricidad.
La investigación de Funseam tomó como referencia el proceso de integración desarrollado entre Costa Rica, El Salvador, Honduras, Guatemala, Panamá y Nicaragua, denominado Sistema de Interconexión Eléctrica de los Países de América Central, Siepac.
Además de ser el más consolidado en la región, ese proyecto fomenta las interconexiones transfronterizas, elimina barreras físicas, además de implementarse acompañado de un proceso de armonización regulatoria, afirma.
Con la creación del Siepac, aseguran, se propiciaron de más de dos mil proyectos de inversión extranjera entre 2003 y 2020 y una cifra superior a los 400 mil puestos de trabajo, de manera que la interconexión eléctrica entre estos países es un instrumento fundamental para el desarrollo económico y la integración regional.
Esa interconexión de las redes eléctricas de seis países centroamericanos favorece a 40 millones de consumidores desde 2014, y actúa como estímulo para grandes y medianos proyectos de generación regional y nacional.
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