El pasado 5 de febrero se perdió todo contacto con Mohr y sus compañeros John Snorri y Ali Sadpara, cuando intentaban llegar a la cumbre del K2, en la cordillera del Karakórum en Pakistán, y que es la segunda montaña más alta del planeta después del Everest y a juicio de especialistas la más difícil de escalar.
Según informó a los medios locales Federico Scheuch, primo del alpinista, los cuerpos de los tres hombres fueron hallados bajo el denominado cuello de botella a la altura del campamento número cuatro.
Cuando en febrero último se cortó la comunicación con el grupo, comenzó una intensa búsqueda que se prolongó por dos semanas, hasta que dadas las condiciones casi imposibles para sobrevivir por mucho tiempo en un lugar tan inhóspito, el gobierno de Pakistán dio por muertos a los tres montañistas.
Ahora el hallazgo al parecer fue fortuito, pues los cuerpos fueron encontrados por un equipo sherpa (ayudantes de expediciones), mientras arreglaba cuerdas sobre el campamento 4, según indicó el portal especializado ExplorersWeb.
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