También recomendó adoptar una guía reciente de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para considerar la exención de los requisitos de las pruebas a los viajeros vacunados.
Según una reciente encuesta de la IATA, el 86 por ciento de los pasajeros están dispuestos a hacerse la prueba, pero el 70 por ciento cree que el costo es una barrera importante para viajar, mientras que el 78 considera los gobiernos deberían asumir el costo de los exámenes obligatorios.
Esa Asociación apoyó las pruebas Covid-19 como una vía para reabrir fronteras a los viajes internacionales, y consideró que además de ser fiables deben ser de fácil acceso, asequibles y adecuadas al nivel de riesgo.
Sin embargo, en demasiados países el costo del diagnóstico varía ampliamente entre jurisdicciones, con poca relación con el valor real.
‘En el mejor de los casos, es caro y, en el peor, exorbitante. Y en cualquier caso, es un escándalo que se esté cobrando el IVA ‘, dijo Willie Walsh, director general de la IATA.
La nueva generación de pruebas rápidas cuesta menos de 10 dólares y la OMS considera que la de antígeno es una alternativa aceptable al PCR (reacción en cadena de la polimerasa), y cuando esta es un requisito obligatorio el Reglamento Sanitario Internacional establece que ni los pasajeros ni los transportistas deben asumir su valor, precisó.
Reiniciar los viajes internacionales es vital para respaldar los 46 millones de empleos de ese sector y el turismo que dependen de la aviación, por lo que el precio de esos exámenes influirá en gran medida en la recuperación.
Walsh precisó que no tiene mucho sentido adoptar medidas para reabrir las fronteras, si las mismas hacen que el costo del viaje sea prohibitivo para la mayoría de las personas.
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