Estudios en varias provincias señalan que las tasas más altas de prevalencia corresponden a los territorios de Luanda, Uíge, Benguela y Malanje, respondió el especialista en gastroenterología Óscar Alfredo Paulo al diario Jornal de Angola.
Formado en la Universidad Estatal de Campinas en São Paulo, Brasil, el médico explicó que no se han encontrado diferencias por la vertiente socioeconómica, pues la dolencia afecta aquí a todos los estratos sociales, según corroboraron diversas pruebas serológicas.
‘Hay muchos casos entre nosotros’ y la gran mayoría se encuentra en la fase silenciosa sin ningún síntoma, advirtió el entrevistado.
Según refirió, pesquisas precedentes también avalaron la incidencia: análisis del doctor Peliganga Luis Baião entre 2005 y 2007 en Cuito, provincia de Bié, demostraron que, de cada 100 donantes de sangre, 11 eran portadores del virus, mientras que en las embarazadas la correlación fue del nueve por ciento, ejemplificó.
En estos momentos, consideró Paulo, resulta evidente el incremento de pacientes en los hospitales debido a complicaciones por la hepatitis B, algunos de los cuales mueren al poco tiempo, y esta tendencia, estimó, podría aumentar en un futuro próximo.
Una encuesta realizada en 2012 concluyó que la infección hepática más frecuente en Angola es la causada por el virus de la hepatitis B (VHB), aunque también están presentes otros tipos, explicó el galeno, quien intervino en la investigación como parte de su formación universitaria.
Sin el debido tratamiento, la infección por el VHB puede convertirse en una enfermedad crónica y conducir a la destrucción del hígado, lo que se denomina cirrosis hepática, recordó.
Entre las personas en riesgo, comentó, figuran los consumidores de drogas cuando comparten agujas y jeringuillas, los individuos que suelen tener relaciones sexuales sin protección y los profesionales de la salud por posibles accidentes con objetos punzantes contaminados.
También pueden observarse infectados a causa de los tatuajes en el cuerpo, pero la mayoría de los casos tiene su origen en los actos sexuales desprotegidos, acotó.
No existe una cura para la hepatitis B crónica, por tanto, si ya eres portador del VHB, el objetivo es prevenir complicaciones y evitar la aparición del ciclo positivo de la dolencia, subrayó el médico.
A escala internacional, cada 30 segundos fallece una persona por síntomas relacionados con las hepatitis víricas, incluso durante la actual crisis provocada por la Covid-19, señaló la Organización Mundial de la Salud con motivo de la conmemoración este 28 de julio del Día Mundial contra la Hepatitis.
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