Se trata de William Moïse, que junto a Bonny Gregory, Cliffton Hyppolite y Jean Eddy Charles, acompañaron al comando armado que segó la vida del mandatario en su residencia de la capital.
Verrier detalló que otros nueve oficiales están aislados para ser interrogados, aunque no precisó si se encuentran detenidos.
También indicó que la institución policial realizó 46 audiencias y registró 14 viviendas con la colaboración del estadounidense Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés).
Hasta la fecha, una treintena de personas están en prisión como parte de la investigación, mientras la Policía emitió avisos de búsqueda contra seis sospechosos, entre ellos el exsenador por Oeste, John Joël Joseph, y la antigua jueza de la corte suprema Wendelle Coq.
Sobre esta última la Policía aseguró que participó de reuniones con algunos de los colombianos presuntamente implicados en el magnicidio.
‘Confesaron que participaron en una reunión en la residencia de Wendelle Coq Thélot en dos ocasiones’, aseguró Verrier citando declaraciones de los suramericanos arrestados, y añadió que firmaron un documento.
El mandatario murió baleado en su residencia privada, y durante el ataque no se constató intercambios de disparos con la guardia presidencial.
En su primera entrevista tras los hechos, la viuda de Moïse, Martine Étiene, cuestionó el accionar de las decenas de policías que custodiaban la vivienda cada vez que estaba presente el jefe de Estado.
También aseguró que se hizo pasar por muerta para salvar la vida y sugirió que podría presentarse a la próxima contienda electoral.
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