Desde la medianoche el litro de la nafta super pasó a costar 1,8 dólar, un aumento del 7,6 por ciento, mientras el gasoil 1,9 dólar, un 10,9 por ciento más.
Según explicaciones previas de los ministros de Industria y Energía, Omar Paganini; y de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche, la decisión fue para trasladar los que consideran ‘sobrepecostos’ de la estatal Administración Nacional de Combustibles (Ancap).
Paganini adujo una nueva metodología de precios contenida en la Ley de Urgente Consideración (LUC), promulgada en julio de 2020, que toma como referencia la paridad con los de importación para reflejar lo que cuesta internacionalmente el crudo en el valor de la tarifa pública.
La nueva medida generó críticas en economistas partidarios del Partido Nacional, como Javier de Haedo, quien reprochó ‘promesas que en campaña electoral no se pueden hacer’, en referencia a las del actual presidente Luis Lacalle Pou de que bajo su mandato no habría aumentos de precios en combustibles.
Desde las filas del opositor Frente Amplio, la senadora Liliam Kechichian expresó que se trata de un 28 por ciento de aumento en siete meses, en una muestra de ‘cómo cumple promesas electorales’.
El diputado comunista Gerardo Núñez aseguró que ‘ello hay que ‘agradecérselo a la LUC’, mientras a exsenadora del Movimiento de Participación Popular Ivonne Possada dijo que ‘la mentira y el engaño en campaña electoral quedan hoy a la vista’.
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