Tal rastreo precisó que solo los estados de Acre (noroeste), Paraíba (nordeste) y Roraima (norte) retomarían la llamada educación híbrida en septiembre.
La medida está impulsada por el avance de la vacunación en los profesores y el descenso de las cifras por la pandemia de Covid-19 que hasta la fecha cobró en el país 556 mil 834 muertes y 19 millones 938 mil 358 contagios.
En el estado de Sao Paulo, 3,4 millones de estudiantes de la red pública estadual pueden reanudar sus actividades. El regreso presencial sigue siendo opcional.
Durante esta fase, para calcular el porcentaje de alumnos permitidos se tendrá en cuenta la capacidad total de acogida de las escuelas y no el número total de matrículas.
La distancia mínima entre las personas será de un metro y no más de 1,5. Cada centro docente elaborará su plan de retorno, teniendo en cuenta la realidad de la comunidad escolar, pudiendo llegar al ciento por ciento de los educandos asistentes.
Cada estado define sus propias normas. En Río de Janeiro, las regiones se dividen en banderas, según el riesgo de infección por Covid-19, que varía del 50 por ciento de la capacidad en el gallardete naranja, al ciento por ciento en el verde.
Los demás estados deben volver con hasta un 50 por ciento de la capacidad de los alumnos en los establecimientos docentes. Las escuelas municipales siguen las directrices de cada jurisdicción.
El estado de Minas Gerais (sureste) anunció el 28 de julio una huelga contra el regreso de las clases en la división territorial.
Desde este lunes comenzó la inacción del Sindicato de Trabajadores de la Educación de Minas Gerais que alega falta de seguridad sanitaria con la vuelta a clases.
Como se muestra en el seguimiento del Consed, las redes deben hacer una encuesta, una evaluación de diagnóstico y clases de recuperación y refuerzo para recuperar el contenido perdido.
A principios de julio, el Fondo Internacional de Emergencia de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, y la Organización Mundial de la Salud firmaron un manifiesto en el que afirmaban que la reapertura segura de las escuelas es urgente.
Una encuesta realizada por la Unicef muestra que solo dos de cada 10 estudiantes brasileños asistirán a actividades escolares presenciales en 2021.
mem/ocs