Más de 180 centros de investigación internacionales procesaron los datos recogidos por iniciativas como 23andMe y el Unit Blobank de Reino Unido, un estudio que podría ayudar a predecir qué féminas padecerán de menopausia precoz, destacó la publicación.
Los expertos determinaron que esa disminución natural de las hormonas está relacionada con los procesos de reparación del ADN (ácido desoxirribonucleico), activos desde el nacimiento de la persona, así como el hallazgo de dos vías de control del ciclo celular conocidas como CHEK1 y CHEK2.
Estas últimas, continuó el artículo, tendrían un papel clave en la duración de la vida reproductiva y, en general, de los procesos biológicos implicados en este fenómeno.
Un experimento en ratones mostró que, al aumentar la actividad de la encima CHEK1, provoca un incremento del 25 por ciento en la vida reproductiva de los animales, y las mujeres sin el gen CHEK2 activo llegan a la menopausia hasta 3,5 años más tarde que la media.
‘Las hembras con más producción de CHEK1 nacen con más óvulos y, por lo tanto, estos tardaban más en agotarse de manera natural, alargando así la vida reproductiva’, afirmó Ignasi Roig, uno de los autores y jefe del equipo del Instituto de Biotecnología y Biomedicina de la Universidad Autónoma de Barcelona, España.
Precisó que, al eliminar el gen de CHEK2, las hembras nacen con el mismo número de óvulos, pero estos tardaban más tiempo en agotarse. ‘Esto sugiere que la activación de CHEK2 puede causar la muerte de óvulos durante la vida adulta de los ratones’, agregó Roig citado por una nota de prensa.
La investigación analizó también qué impacto tiene una menopausia precoz en la salud de las mujeres, y sugirió que ese proceso puede aumentar el riesgo de diabetes tipo 2 y está relacionado con una salud ósea deficiente y un mayor riesgo de fracturas.
Por otra parte, disminuye la aparición de algunos tipos de cáncer como el de ovario y de mama.
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