La emergencia creada por la Covid-19 en el verano pasado mostró que la agricultura nacional puede ofrecer a los italianos en dificultad al menos 200 mil puestos de labor, sostuvo el titular de la mayor organización de agricultores de Italia durante una reunión con el ministro de Trabajo y Política Social, Andrea Orlando.
Hasta ese momento, tal como explicó y destaca el sitio coldiretti.it, esos empleos eran necesariamente confiados a trabajadores extranjeros de temporada que cruzaban fronteras cada año para luego regresar a su país, limitados por el avance de los contagios también presentes este año.
Las dificultades para la llegada de la tradicional fuerza laboral extranjera ponen en riesgo las cosechas, en momentos cuando es tan importante asegurar el abastecimiento de alimentos, a su vez debido a inconvenientes de los intercambios comerciales, apuntó
El mayor interés de los italianos por las labores agroalimentarias, dado además por la difícil situación en la que se encuentran otros sectores económicos, fue valorada por Prandini como una señal positiva importante para el sector.
Para el presidente de Coldiretti esa importante motivación, sin embargo, choca con la falta de formación y profesionalidad necesarias para las actividades agrícolas, especialmente para quienes vienen de experiencias completamente diferentes.
‘Una oportunidad que, por tanto, debe ir acompañada de un plan de formación profesional y medidas de simplificación y contención de los costes laborales’, expresó.
Asimismo, señaló la necesidad de una simplificación radical de la modalidad de pago a través de bonos que puede reducir la burocracia y también permitir que los beneficiarios de la seguridad social, estudiantes y jubilados italianos trabajen en el campo en momentos de mayores despedidos y cuando los sectores más débiles de la población pasan por dificultades.
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