La fuente atribuyó el incremento en ese período al alza de 11,3 por ciento registrada en los precios de los productos energéticos regulados, seguida por 1,1 en los servicios relacionados con el transporte, 0,8 con los asociados a la recreación y cuidado de personal y una contracción de menos 1,6 por ciento en los alimentos frescos.
Sobre base anual, indicó el Istat, los precios al consumidor crecieron 1,9 por ciento al comparar los datos de julio de 2021 con los de igual mes de 2020, debido principalmente al ascenso experimentado por los productos energéticos regulados, de 16,9 a 34,2 por ciento y la disminución de 12,8 a 11,2 de los no regulados.
De esa manera, la inflación subyacente, exceptuando la energía y los alimentos sin procesar, aumentó de 0,3 por ciento en junio a 0,6 en julio, mientras que la otra, sin incluir la energía, pasó de 0,3 a 0,4 por ciento.
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