De acuerdo con los organizadores, el evento pretende redimensionar el valor de lo periférico en sus múltiples manifestaciones mediante un encuentro artístico que comprende intervenciones callejeras.
Hasta el 29 de agosto se presentarán exhibiciones dirigidas a promover experiencias creativas y comunitarias en espacios que ofrecen un horizonte alternativo a los focos tradicionales de exhibición artística contemporánea.
Entre los lugares escogidos para emplazar estas exposiciones se encuentran las comunas chilenas de Pudahuel, Huechuraba, El Bosque y Quilicura, los cuales contarán con el trabajo de unos cincuenta autores y colectivos artísticos.
Video arte, fotografía, pintura, instalación, archivo y performance conforman este certamen atípico que, por sus características, rompe con las llamadas lógicas tradicionales de la cultura contemporánea.
El arte en Chile suele ser elitista, reservado para replicar las creaciones de los centros del mundo, dejando en segundo orden las poéticas que emergen desde nuestros contextos poblacionales, rurales e indígenas, afirmó el equipo creativo.
Por eso, desde acá pensamos el espacio periférico como un lugar desplazado por los centros de poder político y económico de las capitales, donde los servicios básicos se encuentran precarizados, pero también donde existe creatividad y originalidad, afirmaron.
Los promotores del festival tienen la intención de mostrar un circuito de obras y artistas que están en los márgenes y precisan de visibilidad para fundar un nuevo espacio de pensamiento artístico crítico, donde se resguarde y estudie nuestra historia.
‘Este proceso colectivo impulsó un intenso intercambio de conocimientos, múltiples colaboraciones y creaciones colectivas al alero de los cambios culturales que viene experimentando este territorio’, concluyeron.
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