Según dijo en el Consejo de Seguridad, si bien hay algunos progresos desde la firma en mayo pasado del Acuerdo de Implementación Electoral entre el primer ministro somalí, Mohamed Husein Roble, y los líderes de los Estados Miembros Federales, aún se necesita mucho más.
Por su parte, precisó, Naciones Unidas seguirá trabajando en estrecha colaboración con las autoridades locales en los preparativos de los comicios en ese Estado africano.
El mes pasado, Al Shabab convocó a los políticos somalíes a abstenerse de participar en las elecciones y señaló que habrá represalias para quienes lo hagan.
Tal amenaza se emitió en un mensaje de audio grabado por el líder de los insurgentes, Ahmed Umar Abu Ubaidah, y es otra evidencia de los desafíos de seguridad que enfrenta el proceso electoral en Somalia, el cual ha transitado por varios retrasos y tropiezos.
La inseguridad y el conflicto bélico persisten en esa nación desde 1991, cuando alianzas guerrilleras derrocaron al presidente Mohamed Siad Barre, que ahora enfrenta a Al Shabab con la autoridad federal y de los estados semiautónomos.
El accionar de agrupaciones terroristas y una creciente inseguridad alimentaria también afectan al territorio somalí, y esto genera gran preocupación entre la comunidad internacional, como expresaron los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU en reunión celebrada este jueves.
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