Así expresó este jueves su portavoz, Stéphane Dujarric, y reiteró la disposición del organismo multilateral de contribuir a un posible arreglo entre el Gobierno y el movimiento talibán, mientras siguen brindando asistencia al creciente número de personas necesitadas.
Esperamos que las discusiones de esta semana en Doha entre los representantes de la República Islámica del Afganistán y los talibanes, junto con los enviados regionales e internacionales, restablezcan el camino hacia una solución negociada del conflicto, apuntó el vocero.
Muchos afganos llegan en estos momentos a Kabul, la capital, y a otros grandes centros urbanos en busca de seguridad frente al aumento de las confrontaciones y otras amenazas, en tanto continúan los combates en las ciudades de Herat y Kandahar, detalló Dujarric.
Además, continuó, unas 390 mil personas fueron desplazadas tan solo este año debido al conflicto en el país y 18,4 millones de afganos necesitan asistencia humanitaria.
La ONU contribuye ahora a realizar evaluaciones interinstitucionales sobre el terreno, centradas en el desplazamiento, los conflictos, las inundaciones, las cuestiones de género y el seguimiento de la protección con el fin de determinar necesidades humanitarias y requisitos de respuesta inmediata, dijo.
Pero el entorno de seguridad de Afganistán es muy complejo y claramente desafiante, lo cual obstaculiza el trabajo de las organizaciones humanitarias, subrayó el vocero del secretario general de la ONU.
Justo en medio de este escenario, las tropas estadounidenses continúan su retirada total del país casi dos décadas después de su intervención, mientras la violencia alcanza registros sin precedentes y aumentan las víctimas civiles, destacan reportes prensa.
El movimiento talibán continúa ganando terreno en los centros urbanos y ya tiene el control de más de 50 comunidades en toda la nación, señalan medios locales.
La guerra de Estados Unidos en Afganistán comenzó en octubre de 2001, luego de los ataques a las Torres Gemelas, en Nueva York, y el inicio de la invasión anglo-norteamericana a la empobrecida nación centroasiática.
De acuerdo con analistas internacionales, la agresión de las tropas estadounidenses y de la OTAN agudizó la situación de inestabilidad política, económica y social en ese país, en el cual aumenta actualmente el accionar de agrupaciones terroristas.
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