El portavoz del Pentágono, John Kirby, dijo a la prensa que los talibanes intentan sitiar a Kabul, la capital afgana, pero aún no representan una ‘amenaza inminente’.
La víspera el gobierno norteño anunció el despliegue de tres mil soldados de tres batallones, dos de infantería de marina y uno del ejército, en el aeropuerto de Kabul para ‘proporcionar seguridad y movimiento seguro de la reducción de personal civil fuera de la embajada’.
Los insurgentes tomaron el jueves dos de las principales ciudades de Afganistán, Kandahar y Herat, días después de la salida de la mayor parte de las tropas estadounidenses y ya controlan la mitad de las 34 capitales provinciales del país centroasiático.
Ciertamente estamos preocupados por la velocidad con que avanzan, dijo Kirby.
La ofensiva de los talibanes tiene lugar luego de la retirada de la mayor parte de las fuerzas del Pentágono, que invadieron y ocuparon esa nación durante 20 años.
La guerra en Afganistán, el conflicto bélico más largo de la historia de Estados Unidos, comenzó en octubre del 2001, luego de los ataques a las Torres Gemelas, en Nueva York, en busca de los responsables de los atentados y en una supuesta cruzada contra el terrorismo.
De acuerdo con analistas internacionales, la agresión de las tropas estadounidenses y de la OTAN agudizó la situación de inestabilidad política, económica y social en ese país.
Según cifras de la ONU, desde principios de este año casi 360 mil afganos fueron obligados a desplazarse por el conflicto, un total que asciende a millones de personas desde el año 2012 sin contar los miles de civiles muertos y heridos.
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