Según la agencia de noticias Anadolu, los indocumentados fueron enviados a instalaciones ubicadas en 22 provincias, desde donde son enviados en grupos a sus países de origen.
Entre esas personas se encuentran 12 mil 893 afganos, cinco mil 840 pakistaníes y 18 mil 339 de otras nacionalidades.
Cada semana, cientos de migrantes intentan llegar a la Unión Europea (UE) a través de Turquía para huir del hambre, la pobreza y los conflictos.
Desde enero hasta la fecha, más de mil 190 murieron en el mar Mediterráneo, mientras muchos otros cayeron en manos de traficantes, fueron arrestados o trasladados a centros donde esperan por lentos procesos de reubicación.
En múltiples ocasiones, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) y otras organizaciones pidieron a la UE la búsqueda de una solución efectiva y humana a la crisis migratoria.
Por su parte, Turquía advirtió sobre la incapacidad de responder por si sola a esa problemática y criticó la reciente decisión de Estados Unidos de enviar a esta nación a solicitantes de asilo que colaboraron con las fuerzas norteamericanas durante la guerra en Afganistán.
El Acnur reiteró la necesidad de una respuesta conjunta a esa situación y señaló que, si no se produce una disminución significativa de la violencia, Afganistán va camino de registrar el mayor número de víctimas civiles documentado en un solo año desde que existen registros de la ONU.
Además, instó a los Estados vecinos a mantener sus fronteras abiertas, pues la imposibilidad de acceder a un lugar seguro puede poner en riesgo innumerables vidas.
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