En un balance aún parcial, las autoridades indicaron que mil 54 personas murieron en el departamento Sur, otras 122 en Nippes, 119 en Grand Anse, y dos en Noroeste.
Asimismo, más de 13 mil casas se destruyeron en los departamentos en esas regiones, las más afectadas por el sismo de 7,2 de magnitud en la escala de Richer, que tuvo su epicentro a unos 130 kilómetros de esta capital.
El primer ministro Ariel Henry, que juró en el cargo el pasado 20 de julio, viajó hacia la ciudad de Les Cayes (sur) y prometió ayuda para el traslado de 24 pacientes del hospital Ofatma hacia los centros sanitarios de Puerto Príncipe, y otros tres a Miragoane, situado en el departamento Nippes.
La Dirección de Protección Civil reconoció que las víctimas pueden aumentar, pues continúan los trabajos de rescate y salvamento, y varios equipos especializados de diferentes regiones del país se trasladaron hacia las zonas de desastre.
También un grupo de guardacostas de Estados Unidos colaboraron con el traslado de los heridos por vía aérea, a petición del Gobierno de Henry.
El terremoto del sábado provocó graves desgastes en infraestructuras sanitarias, educativas, escolares, comisarías e iglesias, aunque los expertos apuntaron que los daños son menores que los ocurridos en 2010.
Las autoridades advirtieron sobre la tormenta tropical Grace, que debe afectar el territorio mañana lunes, y reconocieron la amenaza para las labores de rescate, especialmente para aquellos todavía atrapados entre los escombros.
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