En el Capitolio, un lugar en el que Biden estuvo presente durante décadas, el presidente se encuentra con que sus partidarios en el problema afgano son escasos, indicó este miércoles el diario The Hill.
Sin embargo, el exasesor de seguridad nacional H.R. McMaster, declaró a esa publicación que la rápida toma de posesión de los talibanes ‘no debería haber sido una sorpresa’.
Precisó el diario que el mandatario recibió, sin embargo, el respaldo de dos figuras claves, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi (D- California), y el líder de la mayoría del Senado, Charles Schumer D-Nueva York), que enviaron puntos de discusión a las oficinas demócratas.
En el lado de los críticos se encuentra el senador Robert Menéndez, presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, quien manifestó su ‘decepción’ porque el gobierno de Biden claramente no haya evaluado con precisión las implicaciones de una rápida retirada de Estados Unidos.
El escrutinio continuará cuando los presidentes de las comisiones demócratas inviten a los funcionarios del aparato gubernamental a responder a preguntas sobre la nacion centroasiática.
Pero la rápida caída de Kabul en manos de los talibanes, las imágenes de caos que salen de la urbe y las preguntas sobre cómo y con qué rapidez serán evacuados los estadounidenses y decenas de miles de aliados afganos y sus familias se funden en una amplia frustración bipartidista, aseguran los medios.
El representante Jim Langevin (D-Rhode Island), miembro principal de la Comisión de Servicios Armados de la Cámara de Representantes, emitió un feroz reproche a la retirada de Estados Unidos bajo Biden, calificándola de ‘catástrofe’. Sin embargo, fuentes de la Casa Blanca dijeron que Biden apuesta por que la opinión pública estadounidense acabe apoyando el fin de la presencia militar de Estados Unidos, que con dos décadas es la guerra más larga del país, a pesar del actual aluvión de titulares preocupantes.
Una reciente encuesta de Morning Consult/Politico mostró que el 49 por ciento de los votantes apoyan la decisión de la Casa Blanca de retirar las fuerzas estadounidenses, lo que supone un descenso de 20 puntos porcentuales desde mediados de abril.
Mientras tanto, Doug Bandow, investigador principal del Instituto Cato, puntualizó que la implosión de Afganistán es una tragedia y la culpa recae en quienes engañaron al pueblo estadounidense mientras construían castillos en el cielo afgano.
Al decidir la política de Afganistán, estimó, el presidente hizo algo diferente a sus tres predecesores: poner al pueblo estadounidense en primer lugar y llegó a la conclusión de que 20 años eran suficientes. ‘Fue una decisión valiente’, pese a la avalancha de comentarios críticos.
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