Presentada en junio último por el canciller Felipe Solá, la solicitud busca declarar como patrimonio un lugar muy sensible para los argentinos, devenido Espacio para la Memoria.
Con este fin, el jefe de gabinete de la cancillería, Guillermo Justo Chaves, se reunió la víspera con la recién designada embajadora argentina ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, Marcela Losardo.
Durante el encuentro, ambos conversaron sobre la promoción de la candidatura a la Lista del Patrimonio Mundial de la Unesco del Museo Sitio de Memoria ESMA.
‘Los derechos humanos son el contenido moral de las democracias y la postulación de este emblema del Nunca Más y de un pasado que no debemos olvidar, es parte de esta política integral en materia de Derechos humanos que lleva adelante el Gobierno nacional y que es reconocido a nivel mundial’, enfatizó Chaves.
Argentina trabaja para que se declare patrimonio a la exEsma en busca de otorgar visibilidad internacional al terrorismo de Estado ejercido por la dictadura cívico-militar que gobernó el país de 1976 a 1983 y tuvo a la desaparición forzada de personas como base de sus acciones.
En las paredes de ese lugar aun yacen las huellas de los más grandes crímenes de lesa humanidad, sobre todo en lo que fuera el edificio conocido como Casino de Oficiales, devenido Museo y que recuerda la triste historia de más de cinco mil argentinos que fueron torturados y muchos de ellos desde allí arrojados a los terribles vuelos de la muerte.
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