El acuerdo quedó suscrito en la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la agrupación, que sesionó en Lilongüe, capital de Malaui, informó aquí el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Según texto divulgado por la Cancillería angoleña, los países integrantes de la SADC aprobaron la transformación de su actual foro legislativo en un Parlamento, así como la hoja de ruta para la implementación de la iniciativa.
El comunicado final del evento distinguió varios asuntos abordados en Malaui, entre ellos la situación socioeconómica general, la seguridad alimentaria y nutricional, las políticas de género y la lucha contra el VIH-Sida en el área.
Asimismo, la Cumbre reafirmó que la creación del Banco Central y la Unión Monetaria de la SADC es un objetivo a largo plazo, el cual dependerá del logro de condiciones previas, a saber, la convergencia de los sistemas bancarios y la armonización de las políticas fiscales y monetarias de las partes.
Los líderes de la Comunidad ratificaron igualmente su oposición a la decisión unilateral de la Comisión de la Unión Africana de otorgar a Israel la condición de observador en la organización continental.
También defendieron la necesidad de avanzar en la transformación económica e industrial, con vistas a potenciar las capacidades productivas regionales, y reclamaron el retiro de las sanciones impuestas a la República de Zimbabwe.
Otro aspecto analizado fue la preocupación en torno a las implicaciones relativas al Acuerdo Pos-Cotonú y al Instrumento de Vecindad, Desarrollo y Cooperación Internacional de la Unión Europea para encauzar sus nexos con los países de África, el Caribe y el Pacífico.
La SADC está compuesta por Angola, Botswana, Comoras, Esuatini, Mauricio, Lesoto, Madagascar, Malaui, Mozambique, Namibia, República Democrática del Congo, Seychelles, Sudáfrica, Tanzania, Zambia y Zimbabwe, y su próxima reunión cumbre tendrá lugar en territorio congoleño en agosto de 2022.
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