Ese sistema, que alcanzó su mayor fuerza desde la tarde de ayer miércoles, venía acompañado de abundantes lluvias, fuertes vientos y descargas eléctricas, según los pronósticos, aunque en esta capital se reportaron 17 milímetros de precipitaciones, menos de lo esperado.
Al pasar balance de los daños, Ricardo Toro, director de la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi), informó a nivel nacional 51 personas damnificadas, 14 albergados y 11 evacuados preventivamente, pero no hubo que lamentar víctimas fatales o heridos.
Asimismo 13 viviendas resultaron con daños mayores e igual número sufrieron desperfectos de menor envergadura en el centro y sur del país.
Al cierre del balance había unos 29 mil clientes sin suministro eléctrico, aunque llegaron a 60 mil en el momento más agudo de la tormenta, y la mayoría de las emergencias notificadas obedecieron a ligeros deslizamientos de tierra, caída de árboles y postes y anegamientos de calles y viviendas.
El ministro del Interior, Rodrigo Delgado, explicó que gracias a la coordinación de diferentes organismos se pudo actuar con celeridad para resolver los principales inconvenientes y que no hubo afectaciones de importancia en las principales rutas ni localidades aisladas por las lluvias.
Según los especialistas en meteorología un nuevo sistema frontal se encuentra en desarrollo en el océano Pacífico, el cual llegaría en la noche del viernes a las sureñas regiones de Los Lagos y Biobío.
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