Entre las ilegalidades, el presidente saharaui, Brahim Ghali, incluyó las elecciones programadas para el mes próximo en el Sahara Occidental por las fuerzas de ocupación de la monarquía alauita.
La misiva calificó las prácticas y medidas de Marruecos en el Sahara Occidental de meras actividades coloniales e ilegales, que no influyen de ninguna manera en el estatus jurídico como territorio no autónomo, pendiente de descolonización, tal como estipula la legalidad internacional.
El mandatario recordó que durante más de tres décadas el Frente Polisario ha mantenido su compromiso con una solución pacífica y ejercido la máxima moderación para mantener el alto el fuego, a pesar de las acciones desestabilizadoras del estado ocupante de zonas en el Sahara Occidental.
A continuación destacó que ‘debido a la ausencia de una posición fuerte, clara y firme por parte de la Asamblea General de las Naciones Unidas y el Consejo de Seguridad, desde el pasado 13 de noviembre de 2020, el territorio del Sáhara Occidental ha estado experimentando graves acontecimientos a causa de la violación marroquí del alto el fuego de 1991…’.
El presidente saharaui argumentó en su carta a Guterres que esas circunstancias llevaron al colapso del alto el fuego y el estallido de la guerra nuevamente en la región.
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