Azoulay solicitó, asimismo, el respeto pleno a las normas internacionales y las obligaciones respecto a los derechos humanos y, a su juicio, ‘el acceso a una información fiable y a un debate público abierto mediante medios de comunicación libres e independientes es esencial (…)’.
En la página de ese organismo internacional, subrayó que esas cuestiones resultan imprescindibles para convivir en una sociedad pacífica y, según lo expresado en el texto, nadie debe tener miedo de decir lo que piensa, en momentos críticos como el actual.
La Unesco reiteró su compromiso de apoyar la libertad de expresión y el acceso a la información para todos los afganos desde diversas maneras y recordó que en las últimas décadas la entidad ayuda y participa en el desarrollo de medios de comunicación profesionales, dinámicos y diversos en el país centroasiático.
De acuerdo con la ejecutiva, esas plataformas de difusión masiva demuestran un extraordinario compromiso con el público, incluso frente a la violencia y las amenazas, y mencionó que solo en 2021 al menos siete periodistas, entre ellos cuatro mujeres, murieron en acto de servicio.
En el comunicado, la Unesco advirtió sobre el peligro de revertir los significativos avances y su interés de que las féminas del sector, en particular, continúen con su labor.
La organización aludió a las recientes declaraciones, en las cuales el movimiento Talibán señaló que no habra amenazas ni represalias contra los periodistas y pidió el respeto y cumplimiento riguroso de ese compromiso en Afganistán.
Durante 20 años, destacó Azoulay, la entidad incluyó la asistencia en la formulación de nuevos marcos legislativos, el desarrollo de los medios de comunicación comunitarios y de la educación periodística, así como la promoción de la igualdad de género en esos espacios.
También intervino en el fortalecimiento de la radiodifusión educativa y apoyó a las redes de verificación de información y datos, y a los medios de comunicación para que informen sobre la crisis de la pandemia de la Covid-19 de manera profesional.
Con anterioridad, la Unesco exigió la preservación del patrimonio cultural de Afganistán, luego de la recuperación del control del país por los talibanes y evocó la destrucción de inmuebles y monumentos históricos como los Budas de Bamiyan, dos grandes estatuas talladas a los lados de un acantilado. Ese grupo armado tardó alrededor de 10 días en asumir el control de la nación, una vez que las Fuerzas Armadas, entrenadas y equipadas por Estados Unidos y otros territorios, fueran derrotadas y el presidente Ashraf Ghani salió hacia los Emiratos Árabes Unidos.
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