El secretario general adjunto de Naciones Unidas para Asuntos Humanitarios, Martin Griffiths, informó al Consejo de Seguridad que más de 20 millones de personas en ese país necesitan asistencia y protección, lo cual es aproximadamente dos tercios de la población.
Ante esta ‘cifra asombrosa’, dijo, urge una financiación aún mayor para los programas de ayuda, los planes dirigidos a reforzar la economía de Yemen y materializar la reapertura del aeropuerto de Saná.
Griffiths también insistió en la necesidad de lograr un alto el fuego en todo el territorio, que daría un respiro a los civiles desesperados y crearía el espacio necesario para el diálogo.
Por su parte, el subsecretario general de la ONU para Asuntos Políticos y de Consolidación de la Paz, Khaled Khiari, pidió a todas las partes que dieran prioridad a las necesidades de los civiles y se abstuvieran de convertir la economía en un arma.
Asimismo, llamó a reanudar un proceso político inclusivo, liderado por Yemen, para llegar a una solución negociada al conflicto.
La directora ejecutiva del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Henrietta Fore, expresó que ser niño en Yemen hoy en día es materia de pesadillas.
Después de haber experimentado o presenciado una violencia terrible, los menores llevarán cicatrices físicas y emocionales durante toda su vida, lamentó la alta representante.
En Yemen, subrayó, un niño muere cada 10 minutos por causas prevenibles, incluidas la desnutrición y las enfermedades que pueden erradicarse con la vacunación.
Además, dos millones de niños y adolescentes no asisten a la escuela y una de cada seis de esas instituciones ya no se puede utilizar debido al impacto que ha tenido la guerra en esos centros.
Fore pidió a las partes en conflicto en Yemen y al propio Consejo de Seguridad que coloquen a los niños en primer lugar, y enfatizó que Unicef necesita un acceso humanitario sostenido a las personas necesitadas, sin importar dónde se encuentren.
Yemen padece una de las más largas crisis humanitarias del mundo debido, en gran medida, al conflicto que enfrenta a tropas gubernamentales con rebeldes hutíes. La crisis escaló en 2015 con el comienzo de bombardeos de una coalición anti insurgente liderada por Arabia Saudita.
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