Datos del Servicio Nacional de Migraciones y de la Policía de Investigaciones señalan que hasta julio ingresaron al país 401 mil 798 extranjeros y salieron 415 mil 932, lo que evidencia un flujo negativo de migrantes por primera vez en años, que las autoridades evaluaron como positivo.
Sin embargo, Adriana Palomera, académica del Centro de Estudios Migratorios de la Universidad de Santiago, advirtió al respecto que esa disminución en el flujo estaría relacionada con el carácter restrictivo con que el Gobierno ha abordado el tema migratorio.
Consideró que una de las consecuencias de esa política puede ser que ocurra un aumento de ingresos ilegales, pues a su juicio, ‘el tráfico o la trata de personas va a ir creciendo a medida que hay mayores restricciones’.
Por su parte, la académica del Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad de Santiago de Chile, Daisy Margarit, señaló que cifras del Servicio Jesuita de Migrantes indican que hasta junio último se registraron 20 mil 876 personas que ingresaron por pasos no habilitados.
La experta opinó que ‘nunca en la historia habíamos tenido un ingreso tan elevado de personas a través de pasos no habilitados, con las consecuencias que hemos visto’.
Recodó que se reportaron muertes en las fronteras por hipotermia o personas que fueron abandonadas en la carretera por las redes de trata y tráfico humano.
Puntualizó que ‘hay una realidad que no podemos obviar. Si nos quedamos solo con las cifras oficiales, no estamos comprendiendo el fenómeno migratorio’.
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