Según informó el jefe de la diplomacia británica, los fallecidos pertenecían a familias diferentes que se encontraban en el lugar a la espera de poder abandonar Afganistán luego de la toma del poder por el movimiento Talibán.
Eran personas inocentes y es tragedia que mientras buscaban poner a salvo a sus seres queridos en el Reino Unido fueran asesinados por terroristas cobardes, afirmó Raab, quien agregó que se está ofreciendo apoyo consular a los familiares.
Al menos 170 personas, entre ellas 13 soldados estadounidenses, murieron la víspera en las inmediaciones del aeropuerto de Kabul, donde miles de personas se concentran desde el 15 de agosto pasado con la esperanza de abandonar el país.
Tras los atentados que dejaron, además, dos centenares de heridos y fueron reivindicados por la rama afgana del grupo terrorista Estado Islámico, el Talibán advirtió que la zona de la terminal aérea capitalina está fuera de su control, por lo que rechazó cualquier responsabilidad por las explosiones.
El movimiento extremista islámico, que nunca fue derrotados totalmente durante los 20 años que duró la ocupación extranjera en Afganistán, comenzó a recuperar terreno tras el inicio de la retirada de la coalición liderada por Estados Unidos el año pasado, y el 15 de agosto entró en Kabul sin encontrar resistencia de las fuerzas armadas del presidente Ashraf Ghani, quien huyó a los Emiratos Árabes Unidos.
La vuelta al poder del Talibán hizo que miles de personas, la mayoría colaboradores de las fuerzas de ocupación, acudieran en masa al aeropuerto capitalino con la esperanza de ser evacuados junto al personal extranjero antes de que expire el plazo para la salida de las tropas estadounidenses el 31 de agosto.
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