Henry recorrió este domingo los departamentos Grand Anse y Nippes, dos de los golpeados por el temblor de 7,2 en la escala de Richter ocurrido el 14 de agosto, con un saldo preliminar de dos mil 207 muertos y 12 mil 268 heridos.
En los territorios se reunió con los funcionarios locales y lideres religiosos, así como asistió a una misa conmemorativa en solidaridad con las víctimas.
El neurocirujano reconoció que el país atraviesa tiempos extremadamente difíciles ‘tras el desastre del Sur profundo’, y reiteró que el Gobierno hará todo lo posible para garantizar el inicios de las clases en las zonas donde la infraestructura escolar fue dañada o destruida.
‘Lo haremos con los escasos recursos de que disponemos’, dijo el titular que llamó a la solidaridad de todos en el proceso de recuperación, a pesar de la difícil situación socioeconómica y política, admitió.
De acuerdo con un balance del Ministerio de Educación, al menos 206 escuelas se destruyeron como consecuencia del sismo, la mayoría en el departamento Nippes, seguido de Sur y Grand Anse.
También fallecieron tres estudiantes en los centros escolares, confirmó la titular del sector, Marie Lucie Joseph.
El jefe de Gobierno anunció, igualmente, que comenzarán los trabajos de rehabilitación del puente de la Grand Anse, severamente afectado por el movimiento telúrico.
Mientras la reconstrucción se realice, instalarán un puente flotante para facilitar la transportación de personas y mercancías, confirmó Henry.
El terremoto del 14 de agosto fue el más mortífero desde el de 2010 que cobró más de 200 mil vidas y dejó a 1,5 millones de personas sin hogar.
Protección Civil de Haití estimó que más de 130 mil casas se derrumbaron o sufrieron daños, mientras unas 650 mil personas precisan ayuda humanitaria.
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