La iniciativa, que es cuestionada por el gobierno de Sebastián Piñera y los grandes intereses del sector, prevé un royalty (regalía) de las compañías al Estado, del tres por ciento del valor de venta del mineral extraído, principal rubro económico del país.
Actualmente las mineras solo pagan un impuesto proporcional a las utilidades y en correspondencia con el tamaño de la empresa.
El denominado proyecto de Royalty minero llevaba alrededor de tres meses siendo analizado en esa comisión luego de ser aprobado por la Cámara de Diputados, período en el cual aportaron sus criterios más de 60 especialistas relacionados con el tema.
Finalmente este martes fue aprobado por tres votos a favor de senadores de oposición y dos en contra de los legisladores de la derecha.
Yasna Provoste, presidenta de ese grupo de trabajo y candidata a la presidencia del país, declaró al respecto que la minería es muestra de la profunda brecha social existente en Chile, pues ha alimentado las mayores fortunas.
Sin embargo, puntualizó, en el nuevo país que quieren los chilenos ‘la riqueza colectiva que esa propiedad debe generar, tiene que traducirse en mayores oportunidades para todos’.
Asimismo dijo esperar que el pleno del Senado también ratifique este voto con un análisis serio, tal como se realizó en la comisión que contó con las opiniones de técnicos, sindicatos y gremios empresariales.
En la misma líneas la senadora socialista Isabel Allende señaló que el debate sobre este tema ‘abre una oportunidad como país para pensar un nuevo modelo de desarrollo y el aporte que en ello puede hacer la minería’.
Insistió en que la nación necesita ‘un modelo de desarrollo sustentable, con un valor mucho más integral y que perdure en el tiempo’.
Sin embargo, el senador de derecha Alejandro García Huidobro, uno de los que votó en contra, calificó de inconstitucional el proyecto legislativo porque –alegó- todo lo relacionado con temas tributarios es prerrogativa exclusiva del presidente de la República.
También las compañías del sector miran con ojeriza la iniciativa y han tratado de generar temor señalando que con ese impuesto minería en Chile perdería competitividad y los inversionistas preferirían entonces a otros países que le ofrecen mayores ganancias.
Tal argumento fue rechazado por economistas y políticos de oposición al señalar que el país cuenta con una riqueza minera de primer orden que las trasnacionales no están dispuestas a abandonar y que tal regalía es justa para resarcir a Chile por la explotación de recursos que no son renovables.
El proyecto, impulsado por legisladores del Partido Comunista y otras fuerzas de oposición, será analizado en las próximas sesiones de la Cámara Alta, según se informó.
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