Guito Edouard, responsable de la Dirección Nacional de Agua Potable y Saneamiento (Dinepa, por sus siglas en francés) explicó que los trabajos permitirán a las poblaciones acceder al recurso de manera segura.
El sismo de magnitud 7,2 en la escala de Richter ocurrido el 14 de agosto, dañó al menos 50 infraestructuras que distribuyen el líquido en los departamentos Nippes, Grand Anse y Sur, afectado a más de 400 mil personas.
Edouard precisó que ya se emplazaron cuatro plantas de tratamiento en las comunas de Cavaillon, Cayes y Camp-Perrin, y aseguró que el agua suministrada ‘es realmente potable y puede usarse tranquilamente’.
Además de las unidades, Dinepa realizó operaciones de emergencia luego del temblor, que permitieron atender a 150 mil personas, al tiempo que distribuyeron camiones cisterna en varias regiones dañadas.
Con el apoyo técnico y financiero de la Unión Europea y la organización no gubernamental Acción contra el Hambre, llegaron a unas 192 mil 271 personas, lo que representa menos del 50 por ciento de los damnificados.
Mucho antes del movimiento telúrico en los departamentos del sur de Haití, solo poco más de la mitad de la población podía acceder al agua, y la cifra se redujo drásticamente con el sismo, especialmente para los más vulnerables obligados a albergarse en precarios refugios.
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